Nuestra Señora de la O en Agudo

 


[Este texto se redactó como introducción a la conmemoración al Parto de María que se celebró en el otoño de 2022 con la imagen de la Virgen de la Estrella. Aunque el evento no se halla repetido, se ha considerado oportuno no eliminar la entrada a fin de que los agudeños recuerden una antigua celebración ya olvidada].

La conmemoración de la Expectación al Parto de María se instituyó en el X Concilio de Toledo, celebrado en el año 656. Desde muy pronto, la fiesta comenzó a denominarse Nuestra Señora de la O, debido a la primera palabra con la que comienzan las Antífonas de Adviento, que se cantaban en el oficio de Vísperas desde el 17 al 23 de diciembre (O Sapientia, O Adonai, O Radix Jesse, O Clavis David, O Oriens, O Rex Gentium, O Emmanuel) y se halla asociada con el tiempo litúrgico de Adviento y la espera de la Natividad de Cristo. 

Nuestra Señora de la O (18 de diciembre) fue una de las festividades veneradas por la Hermandad de Nuestra Señora del Rosario desde su fundación hasta bien avanzado el siglo XVII (la cofradía dejó de celebrar los actos cultuales de las fiestas de María porque carecía de caudal para ello) y María de la O es casi el único nombre mariano que llevan las mujeres agudeñas de la época, exceptuando María a secas.

Previa consulta a un trío de sacerdotes y aprovechando la facilidad de manipulación, que la reciente restauración ha proporcionado a la imagen de La Virgen, el presidente de la Hermandad ha decidido rememorar esta olvidada celebración local introduciendo unos retoques en el aspecto de nuestra Patrona para el tiempo de Adviento. A fin de cuentas, si la Virgen de la Estrella puede reemplazar a la de Guadalupe el 8 de septiembre, no veo el motivo para que no haga lo mismo con la de la O. De otro modo, la sustitución de una advocación por otra o el doble uso de una imagen con los retoques oportunos no es un asunto nuevo en Agudo. A modo de ejemplo, la talla antigua de la Virgen del Rosario, una figura sin infante, a la que se le acopló un niño Jesús de época y estilo posterior; una muestra vigente es la Virgen de los Dolores, a la que se le cambia el mandilete blanco por otro negro y pasa a representar a la Virgen de la Soledad en la procesión del entierro; hasta la Guerra Civil la Dolorosa procesionaba el Jueves Santo y la Soledad lo hacía al día siguiente, pero la carestía del periodo post bélico y la necesidad de proveer de todo a la parroquia propició la avenencia.


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