Los Alcaceres

 


Define el diccionario de la RAE toponimia como el conjunto de los nombres propios de lugar de un país o de una región. Hasta donde llega la memoria, el ser humano ha designado con un nombre los diferentes elementos del entorno  a fin de diferenciarlos de otros y poder identificarlos. Los topónimos pueden representar alguna característica del paraje al que identifican, pueden coincidir con el patronímico de alguna persona o, finalmente,  pueden carecer de significado, ya sea por derivar de un idioma muerto, ya porque el vocablo dejó de usarse mucho tiempo atrás. De todos ellos existen ejemplos en el repertorio local; a bote pronto, el cerro de los Noques, los huertos de Fernando Alonso, la sierra de Tamur (ya no está vigente) o el cerro Postuero, entre otros, constituyen una breve muestra. 
En las últimas décadas la despoblación rural y el abandono de terrenos, métodos de explotación, etc., porque no resultan rentables, están produciendo el olvido de muchos de los nombres tradicionales y, con ellos, una preciosa información sobre los modos de vida, especies vegetales y animales, y otros elementos que formaron parte del acontecer de esta tierra y sus gentes. El fenómeno está bien generalizado y, por ello, la Unesco decidió considerarlo patrimonio inmaterial. En España, la Ley 10/2015 para la Salvaguardia del Patrimonio Inmaterial establece que Tendrán la consideración de bienes del patrimonio cultural inmaterial los usos, representaciones, expresiones, conocimientos y técnicas que las comunidades, los grupos y en algunos casos los individuos, reconozcan como parte integrante de su patrimonio cultural, y en particular: a)Tradiciones y expresiones orales, incluidas las modalidades y particularidades lingüísticas como vehículo del patrimonio cultural inmaterial; así como la toponimia tradicional como instrumento para la concreción de la denominación geográfica de los territorios.
A raíz de la publicación de la citada ley comenzaron a ver la luz numerosos proyectos de recuperación de la toponimia tradicional por parte de entidades tanto públicas como privadas por toda la geografía peninsular. A fin de que Agudo no permanezca al margen de esta iniciativa y pierda para siempre un elemento tan importante de su cultura, se ha decidido emprender la laboriosa tarea de recopilación, conservación y divulgación del repertorio de nombres propios de lugar, que nos legaron las generaciones de agudeños que nos precedieron.
Los Alcaceres
Se ha elegido el nombre de este paraje cercano al pueblo porque, seguramente, no haya muchos vecinos que conozcan su significado, aun cuando no se trata de un vocablo en desuso. Define el diccionario de Covarrubias alcacel como cebada verde antes de que acabe de granar, que suele segarse para mantener las bestias, y purgar y engordar los caballos. Mis conocimientos en Filología son escasos y desconozco cómo y de qué modo alcacel dio paso a alcacer, pero el diccionario de la RAE admite la segunda expresión, cuyo significado no difiere en lo esencial del que le diera don Sebastián de Covarrubias en 1611.
       El paraje rústico denominado Los Alcaceres se localiza en la Umbría, entre la calleja del Monte y la calleja que se inicia en la curva de la carretera de Almadén [ignoro si abarca más terreno]. Actualmente está poblado en buena medida de olivares, pero eso no fue siempre así; de hecho, hacia 1752 en Agudo sólo había 150 olivos, cuyo fruto se consumía en verde. A finales del siglo XVIII, consta que ya había terrenos dedicados al cultivo del olivar, aunque no tenemos datos sobre esta zona en concreto. Por mi abuelo, sé que su padre puso una viña a finales del siglo XIX y a comienzos del XX se sembró la que después sería conocida con el nombre de “La viña de los Arias”; en ambas fincas, los árboles están plantados en líneas y filas, por lo que cabe deducir que los plantados al tresbolillo serán más antiguos, pero no puedo precisar más. 
       Es todo lo que he podido desentrañar sobre este lugar. Seguramente los límites no sean correctos y algún vecino conozca datos que yo ignoro; desde aquí, invito a todos los interesados en la historia local a colaborar en esta iniciativa, pues, si cada uno aporta lo que sabe, entre todos podremos hacer un trabajo interesante.

    [La imagen no corresponde a Los Alcaceres, pero la tenía a mano y no está el tiempo como para ir hasta allí para fotografiar unos olivos. A fin de cuentas… olivos son] 


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