La subida de San Miguel y San Blas a la ermita


[Esta entrada se publicó en octubre de 2016 en la desaparecida web Agudo joven. Se ha considerado interesante recuperarla a fin de que los agudeños no olvidemos nuestro pasado]. 

La imagen documenta el traslado de San Miguel y San Blas a su ermita, a hombros de los vecinos, el día tres de febrero de mil novecientos cuarenta y siete, festividad del segundo. Las tallas antiguas de ambos santos fueron destruidas a comienzos de la Guerra Civil, destinándose la ermita durante esos años a comunicaciones militares. Al finalizar la contienda hubo que reparar el edificio, que había quedado bastante maltrecho. San Miguel fue donado por María del Prado G. y San Blas se adquirió con las contribuciones individuales de diferentes vecinos a propuesta de Teodoro B. 
No es casualidad que San Miguel se anteponga a San Blas en este escrito. Desde su origen la ermita estuvo bajo la advocación del arcángel y de él recibió su nombre la sierra hasta tiempos muy recientes; de hecho, en los años cincuenta del siglo pasado todavía ocupaba un lugar preferente en la ermita. Por qué San Blas desbancó paulatinamente a San Miguel de su ermita, de su cerro y hasta del culto popular forma parte de otra historia.