Agudo. Semana Santa de 1933

La Entrada Triunfal en Jerusalén y La Última Cena

El escrito que se inserta a continuación es un recorte de un artículo publicado por El Pueblo Manchego con fecha de 20 de abril de 1933. Se ha considerado relevante divulgarlo porque, en mi opinión, contiene datos interesantes y no muy conocidos sobre los comienzos de dos de las tres asociaciones religiosas que protagonizan los actos de Semana Santa en la actualidad.

Crónica de Agudo
         Aunque recibida con mucho retraso publicamos hoy la siguiente información de Semana Santa en Agudo.
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Todas las procesiones han sido solemnísimas; pero muy especialmente las de Jueves y Viernes Santo, en las que se ha podido expresar el entusiasmo creciente de los miembros de las dos cofradías: la de Nuestro Padre Jesús de Nazareno y Santo Sepulcro, y la de los Dolores y Soledad de María Santísima. La primera, fundada con cerca de un centenar de hermanos cofrades —anualmente vienen a ingresar unos quince— y gracias a los constantes desvelos de su insustituible presidente don Pablo Daza y Díaz del Castillo, reputado médico de la localidad, [y] de los demás componentes de la Junta directiva, reina en los miembros todos que componen dicha hermandad un entusiasmo por la causa de Cristo y aumento de la hermandad rayano en locura santa.
En el seno de la cofradía disponen de una gran banda de música, que ha salido por primera vez este año, y de una banda de cuatro ¿largas? trompetas dos redoblantes que abren marcha durante las procesiones. Como nota característica que indica la fe del pueblo de Agudo, es de observar que una gran parte de los componentes de esta cofradía son personas modestísimas, muchos de ellos obreros, que hacen un verdadero sacrificio para adquirir la túnica de riquísimo terciopelo y demás insignias distintivas de la hermandad, pagándolas muchos a plazos.
Esta cofradía ha tenido este año la inmensa satisfacción de estrenar unas preciosas andas donadas, como obsequio a su presidente, por sus tías las piadosas señoras de Esparragosa de Lares (Badajoz), doña Francisca y doña Mercedes Fernández Daza. Dichas andas son una verdadera obra de arte; baste decir que costaron 6.000 pts. y que son llevadas en hombros por 20 hombres.
La otra cofradía, presidida por la señorita María Daza y Díaz del Castillo, se fundó el año pasado y en tan corto espacio de tiempo ya cuenta con 57 cofrades. Van vestidas de negro, con mantilla española y alta peineta y una flor pasionaria en el pecho. Dan a las procesiones un realce extraordinario y su acendrada piedad y compostura marca claramente religiosa hacer que todos cuantos las contemplan eleven su espíritu en alto y anhelen coros celestiales.
La procesión de Jueves Santo salió de la iglesia parroquial a las cuatro de la tarde. Abrían marcha los nazarenos con su banda de trompetas a la cabeza, y el paso del Santísimo Cristo de la Agonía. Después seguía Nuestro Padre Jesús Nazareno con la cruz a cuestas llevado sobre las andas anteriormente referidas, con un aspecto de tan divina grandeza que las gentes a su paso no podían contenerse y lloraban de emoción arrodilladas; detrás venía La Dolorosa en dos ordenadas filas llevando en medio a su celestial madre la Virgen de los Dolores que enternecía a todos cuantos la miraban, y por fin el clero parroquial; los RR.PP. Misioneros y multitud de fieles de ambos sexos con la mayor devoción rezando sentidas plegarias. Las nueve de la noche serían cuando entró la procesión en el templo…
La Procesión del Viernes Santo, partió a las siete de la noche de la Ermita de la Virgen de la Estrella, Patrona de Agudo y regresó poco antes de las doce. Figuraban en la procesión los siguientes pasos: la antiquísima y venerada imagen del Cristo de la Salud, el Santo Sepulcro y la Virgen de la Soledad.
…El aspecto de las calles del itinerario era imponente y era tal la cantidad de fieles que asistió para acompañar a las imágenes que cuando la cabeza de la procesión llegaba a la parroquia apenas si habían terminado de salir de la ermita las últimas personas. La luz de los faroles de acetileno de los nazarenos y la espléndida iluminación eléctrica de las andas donde se llevaba el Santo Sepulcro, unidas a las velas de multitud de devotos y devotas, y las que llevaba la Virgen de la Soledad, todas luciendo porque el viento se había abatido a su paso, daban a la procesión en las sombras de la noche un aspecto tan grandioso como inenarrable.
Flor de pasión  correspondiente a los inicios de la cofradía de La Dolorosa

A lo que parece, de esas espectaculares andas estrenadas hace ya más de ochenta y cinco años perduran algunos adornos elaborados en plata repujada, que se han aprovechado en una de las carrozas de la hermandad de los nazarenos. Destacan dos óvalos que contienen la Entrada Triunfal en Jerusalén y la Última Cena.
     Carezco de datos sobre ese Cristo de la Agonía que precedía al Nazareno en la procesión del Jueves Santo de 1933. En los inventarios conservados de la parroquia y ermitas, que abarcan desde 1879 a 1925, no se anota ningún Cristo con ese nombre. En la iglesia parroquial se registran un Cristo resucitado y un cuadro de Jesús crucificado. En la ermita del Cristo se cita un Cristo crucificado sin más y de haber contado con un nombre más específico le correspondería Cristo del Humilladero, puesto que así denominan a la ermita en los mencionados inventarios. Finalmente, en la ermita de La Virgen se inscriben un Cristo yacente y el Santo Cristo de la Salud, ambos salen en la procesión del Viernes Santo. Pudiera ocurrir que el Cristo de la Agonía fuera una adquisición realizada por la propia cofradía con fecha posterior a 1925. El resto de las imágenes mencionadas permanecían en los templos locales desde antes de 1879; no resulta tan descabellado que la nueva cofradía se agenciara una nueva figura a fin de incrementar la suntuosidad de los actos.
De la hermandad de las nazarenas nos comunican que se fundó en 1932 y había conseguido reunir 57 hermanas en un solo año. Como ahora, las cofrades vestían de negro, ataviadas con peineta, mantilla y la flor de pasión en el pecho.
Por los inventarios y el libro de fábrica de la Virgen de la Estrella sabemos que el Cristo yacente y Nuestra Señora de la Soledad se hallaban en la ermita, y el texto transcrito confirma que la procesión salía desde este ahí. La Virgen de la Soledad fue destruida en el verano de 1936 junto con el resto de las imágenes religiosas pero no se compró una figura nueva; después de la Guerra Civil, las nazarenas confeccionaron un mandilete negro para La Dolorosa que pasó a ocupar el lugar de La Soledad en la procesión del Viernes Santo.

Bibliografía:
      El Pueblo Manchego. Ciudad Real, Jueves, 20 de abril de 1933. Centro de Estudios de Castilla La Mancha.
[Mi agradecimiento a la persona que me proporcionó el documento digitalizado]