[El presente artículo se realizó en el otoño de 2015 y se publicó en Agudo-joven un tiempo después. Con motivo de la desaparición de la citada web, se ha decidido incorporarlo a este blog con el fin de continuar divulgando hechos y dichos relacionados con Agudo. Algunos datos habrán quedado obsoletos a día de hoy, pero se ha considerado oportuno dejarlo como se dio a conocer por primera vez].
La fotografía que se incluye data
de un año no determinado entre 1940 y 1949, fue realizada por Birilo Muñoz y el
evento que refleja es la procesión del Jueves Santo a su paso por las “Cuatro
Esquinas”. Me han contado que el acto tuvo lugar por la mañana, puesto que
había llovido la tarde anterior y no pudo realizarse en su horario habitual.
Tanto el aspecto de la calle
Cervantes, que puede apreciarse en casi todo su trazado, como el de la imagen,
La Dolorosa, han sufrido cambios tan notables que no resulta fácil identificar
a cualquiera de ellas.
De la calle se aprecia bien el
tramo comprendido entre las calles Peligros y Santa María, en el que solo
permanece la casa nº 65, y ésta con modificaciones importantes. En el trecho Zurbano-Peligros
se perciben las fachadas hasta la actual casa nº 41, cuya altura impide
visualizar las que siguen; todas han sido modificadas excepto la mitad norte de
la número 45, que lo está siendo en estos días. En la acera oriental se
distingue bien la casa nº 46, sin alteraciones en su fachada si se exceptúa la
capa de pintura gris que hoy la cubre; las casas colindantes por el lado sur se
reedificaron hace ya algunas décadas. El pavimento de cantos rodados se intuye
más que se observa, pero la vista del fondo, el puerto de los Barreros con el
cerro de Don Pablos y la torre de la iglesia, es inconfundible, aunque ahora
las nuevas edificaciones no permitan contemplarla del mismo modo.
La imagen de la virgen es la
misma que hoy recorre las calles de la población, pero su indumentaria y otros ornamentos
dificultan su identificación. Las sencillas andas que nos muestra la fotografía
fueron sustituidas, tiempo atrás, por una carroza coronada con un palio que,
sin duda, refuerzan la solemnidad del paso. También el momento, por la noche,
cuando el resplandor de los faroles
contribuye a crear una atmosfera en consonancia con la ceremonia. Hasta
alcanzar los niveles que muestran las
procesiones de Semana Santa en los últimos años, las hermandades implicadas
(nazarenas y nazarenos) han tenido que trabajar mucho, introduciendo poco a poco
aquellos elementos suntuosos que confieren a estos actos un aire diferente.
Se ha considerado interesante
incluir en este escrito las referencias antiguas constatadas sobre La Dolorosa;
del mismo modo, se han registrado
aquellos datos más interesantes o curiosos del libro de cuentas de la
hermandad de la Virgen de los Dolores.
Un inventario parroquial de 1879
refleja que en el altar colateral del lado de la Epístola, situado en el Altar
Mayor, había una imagen de Nuestra Señora de los Dolores. El inventario de 1895
especifica que se trataba de una talla de madera nueva, vestida y con un dosel
para las andas, por lo que cabe deducir que la imagen salía en procesión; su
camarera era Dominga Gómez. Quizá se habría sustituido la imagen entre ambas
fechas, pues en 1905 reiteran que es una talla nueva de madera, o tal vez sólo
se habría recompuesto un poco.
En la segunda década del siglo
pasado un grupo de mujeres decidió formar una asociación en torno a la Virgen de los Dolores. No conozco el
modo en que se organizaron ni lo que pretendían, pero puedo asegurar que
vestían de negro, llevaban una flor de pasión en el pecho e iban cubiertas con
una peineta de concha y una mantilla negra de blonda, pues aún se conserva en
mi casa la indumentaria de una de las hermanas fundadoras [mi abuela].
La guerra civil no fue benévola
con los bienes atesorados por la parroquia durante los siglos anteriores y, en
el verano de 1936, la mayoría de los objetos sagrados fueron destruidos o
confiscados, mientras que la iglesia parroquial adquiría una función bien
diferente: La parroquia la dedicaron a
garaje para automóviles y camiones y en la sacristía [actual capilla] instalaron las máquinas para toda clase de
reparaciones.
Finalizado el conflicto, la
hermandad de La Dolorosa comenzó a organizarse sin pérdida de tiempo, pues las
primeras cuentas, correspondientes al ejercicio 1940-43, registran la
adquisición de una imagen (se trata de la actual y costó 1.600 pts.) y las
cuotas de las sesenta hermanas que constituían la agrupación. En 1944 son ya 89 hermanas y se
pagan 1.550 pts. para la construcción del retablo; cabe suponer que hubo algún
donante anónimo, puesto que la asignación anual individual ascendía a tres
pesetas. Desde 1947 comienzan a anotarse pagos a músicos en la procesión del
Viernes de Dolores, aunque este dispendio no es constante.
En 1955 gastan 1.400 pts. en un
manto para la Virgen; con el fin de conseguir el dinero rifan un reloj y piden
donativos de casa en casa. Dos años después compran una casa de muñecas (675 pts.)
para rifarla y consiguen 800 pts., también se eleva la cuota a 5 pts. Visto el
éxito de las rifas, en 1958 sortean una mantilla y una peineta y al año
siguiente compran unas andas (importaron 4.000 pts., más 100 de los gastos de
envío).
En 1960 se anotan unos gastos de
50 pts. en programas, 400 pts. para las obras del salón parroquial y otras 25
pts. para los altavoces. En 1962 se adquiere la corona y al año siguiente el
mandil; los programas ya se han convertido en un gasto permanente.
Las cuentas de 1970 contienen un
pago de 3.000 pts. para el bordado del manto, también se anota la realización
de una obra de teatro con el fin de contribuir a los gastos del manto. En 1971
son 83 hermanas, suben la cuota a 15 pts. y realizan un Ramo para recaudar
fondos. Al año siguiente arreglan 48 faroles [los actuales son réplica de
aquéllos] y encargan un estante para ponerlos. 1976 acaba el ejercicio con 125
pts. a favor; entre los gastos extraordinarios se anota un donativo de 400 pts.
para el suelo de la parroquia. En 1977 se registran 1.000 pts. para la banda de
música, seguramente se trate de aquella
Banda de Cornetas y Tambores de Agudo que muchos recordamos.
En 1983 suben la cuota a 100
pts., la banda de música les cuesta 5.000 pts. y una carroza, que realiza
Victoriano Gentil, 11.500 pts., aunque pueden hacer frente a los gastos con las
38.000 pts. obtenidas en el sorteo de la peineta y la mantilla que compraron el
año anterior. En 1989 pagan 22.000 pts. por un manto para la Virgen y donan
5.000 pts. para la carroza del Nazareno; ese año los programas importan 8.370
pts.
Las cuentas de los años noventa
parecen reflejar un incremento en el presupuesto de aparato. En 1991 se
comparten los gastos de música y flores con otras cofradías participantes en
los actos de Semana Santa y pagan 11.293 pts. Los programas continúan
llevándose un buen pellizco aunque desde finales de la década comenzaran a ser
sufragados por la Diputación. En 1992 se pagan 160.000 pts. en una carroza
nueva, 186.000 pts. en unos candelabros para adornarla y 36.000 en dos báculos.
Se construye una nave para guardar las carrozas procesionales y otros enseres
de las diferentes cofradías, y las nazarenas
contribuyen con 100.000 pts. entre este mismo año y el siguiente. Desde 1995 se
anota una aportación del Ayuntamiento de Agudo que, alcanza 50.000 pts. ese
año. En el ejercicio correspondiente a 1997 se consignan 70.150 pts. de las túnicas
confeccionadas para los quintos, que empujarían las carrozas desde ese año
hasta la fecha. Sorprenden los donativos de 1998: 10.000 pts. para Sudán y
50.000 pts. para Honduras. El vestuario de la imagen continúa guarneciéndose
poco a poco.
Con el nuevo milenio, la
hermandad parece haber apostado por los más desfavorecidos, reservando una
parte de sus recursos para los afectados por algún desastre; los infortunios de La India (50.000 pts.),
Irán (150 €) e Indochina (120 €) no pasaron desapercibidos. Un buen pellizco es
para las flores, que alcanzan el máximo en 2001 (53.000 pts.), y la banda de
música. Desde 1997, cuando comenzaron a participar en las procesiones, los
quintos reciben 45 € (7.500 pts.); en el mismo periodo, los honorarios del cura
han pasado de 10.000 pts. (60 €) a 180 €. Quizá deberían tener en cuenta un "incremento
salarial" para los
"porteadores".
Desde sus inicios, la hermandad
no tiene más ingresos que las cuotas de las
afiliadas y los donativos esporádicos que se reciben. En la actualidad
suman unas 380 hermanas cuya cuota es de 5 € desde el año pasado, cuando se
subió 1 € porque no alcanzaban. El Ayuntamiento aporta una parte del coste de
la banda de música y la Diputación realiza los programas.
Se ha comenzado con una fotografía y se ha
considerado oportuno rematar del mismo modo. Para aquéllos que no hayan podido
asistir este año a las procesiones [Semana Santa de 2015], se incluye una imagen que les permita
comprobar cómo lucía La Dolorosa. Para los que no recuerden muy bien el aspecto
de la calle Cervantes en estos tiempos, también se adjunta una vista. No tengo
dudas de que el porte de la virgen ha mejorado notablemente, sobre la
apariencia de la calle… juzguen ustedes.
Los datos sobre los inventarios parroquiales proceden de unas
notas que tomé en el archivo de la parroquia hace ya años. No recuerdo si
procedían de algún libro de inventarios o estaban mezclados con otro tipo de
documentos.
Mi agradecimiento a Sagrario Redondo, que me ha proporcionado los
datos sobre la fotografía antigua, cuyo negativo conseguí exhumar de las cajas
donde su familia los guardaba. Y a Jose Bolaños, que me permitió hojear el
libro de cuentas de las nazarenas.