Las nazarenas. Una cofradía penitencial femenina


[Este texto se redactó para el programa de actos de la Semana Santa de 2020 de la hermandad de La Dolorosa; la búsqueda de información y la casualidad  han puesto de manifiesto que la cofradía agudeña es un ejemplo poco frecuente en el conjunto de las asociaciones religiosas penitenciales españolas al estar integrada únicamente por mujeres habiéndose fundado en el primer tercio del siglo XX. A fin de que estos hechos sean conocidos por todos los agudeños se ha considerado oportuno divulgarlos en este blog].

 

No hemos tenido acceso a ningún documento local anterior a la Guerra Civil sobre la Hermandad de Nuestra Señora de los Dolores. Los datos que se conocen de esa época proceden de  la difusión oral y del periódico El Pueblo Manchego. Un artículo insertado en la edición de 20/4/1933 del citado diario afirma que la cofradía de los Dolores y Soledad de María Santísima se fundó en 1932, estaba presidida por María Daza Díaz del Castillo, al año siguiente contaba con cincuenta y siete cofrades (que “van vestidas de negro, con mantilla española y alta peineta y una flor pasionaria en el pecho”), y estaban presentes en los desfiles del Jueves y el Viernes Santo (el artículo no aporta datos sobre el resto de las procesiones de Semana Santa celebradas en el pueblo. 
       Por transmisión oral sabemos que algunas de las hermanas fundadoras mantenían lazos familiares o de amistad con los miembros de la cofradía de Nuestro Padre Jesús de Nazareno y Santo Sepulcro. Esta hermandad penitencial había sido fundada en 1928 y los responsables de la gestión se habían trasladado hasta Córdoba para adquirir el terciopelo de las túnicas. En esta ciudad perduraba, parece ser, la costumbre de que las mujeres, si lo deseaban, podían asistir libremente a las procesiones de Semana Santa vestidas de negro y ataviadas con peineta y mantilla española, aunque no formaban parte de ninguna asociación religiosa. Pudo ocurrir que los nazarenos agudeños tuvieran conocimiento de este hecho y alentaran a las mujeres de aquí para que organizaran su propia asociación religiosa con las devociones de Mater Dolorosa que existían en la población (Nuestra Señora de los Dolores en la parroquia y Nuestra Señora de la Soledad en la ermita de la Virgen). Conseguir la indumentaria apropiada no debía ser demasiado complicado, pues en Agudo era costumbre que las novias se casaran de negro y con mantilla sobre la cabeza, y también se usaba esta pieza para asistir a misa en los lutos. La peineta sí debió ser una innovación, ya que aquí no está documentada antes de esas fechas (las peinetas conocidas de tiempos anteriores son más pequeñas). Tampoco está muy claro el origen de la flor de pasión en el pecho (debió ser un complemento notorio puesto que fue resaltado por el periódico manchego). Sea como fuere, las flores de las cofrades fundadoras, que conocemos, son todas iguales y el mismo modelo ostentan también algunas peinetas, que todavía perduran mejor o peor conservadas.
En cualquier caso, El Pueblo Manchego expresa sin lugar a error que en 1932 se creó una cofradía penitencial en Agudo consagrada a dos advocaciones marianas ya existentes, Los Dolores y La Soledad, y la tradición popular lo corrobora. El asunto carecería de cualquier interés si no fuera porque se trata de una asociación femenina (nazarenas es el nombre por el que se conoce a sus componentes) y, en esos años, todas o casi todas las cofradías penitenciales eran exclusivamente masculinas; como se ha comentado, las manolas de Córdoba asistían a las procesiones sin formar parte de ninguna hermandad. Las agudeñas sí instituyeron una cofradía penitencial compuesta únicamente por mujeres, lo que, según se ha podido constatar, constituyó un hecho bastante insólito para la época. Quizá el momento histórico en el que surgió (durante el tercer gobierno de la República y segundo de Azaña), en un año que había comenzado con la disolución de la Compañía de Jesús  en enero de 1932 y la ley del divorcio un mes después, influyó en que la iglesia española, con problemas más acuciantes, diera el visto bueno a este proyecto sin dedicarle demasiado tiempo. Con el ánimo de buscar paralelismos para la cofradía agudeña, se realizó una búsqueda intensiva de documentación tanto en publicaciones científicas como en páginas web de los ayuntamientos, hermandades, etc., dedicadas a las celebraciones de Semana Santa en multitud de lugares de la geografía española, aunque los resultados han sido bastante escuetos.


       En la etapa anterior a la Guerra Civil, casi todas las cofradías penitenciales consagradas a las devociones Mater Dolorosa estaban integradas solo por hombres. Se ha constatado un único caso, además de la nuestra, en Orihuela (Alicante), donde en 1927 se constituyó la Mayordomía de los Dolores, que sustituyó a otra más antigua de carácter mixto; las hermanas visten de negro, con mantilla y peineta. 
        Después del conflicto se han documentado algunas más, aunque tampoco demasiadas. Siguiendo un orden cronológico, la siguiente es la Hermandad Servita y Cofradía de María Santísima de los Dolores de Pozoblanco (Córdoba). A lo que parece, se fundó hacia 1945-46 pero no es seguro, porque no conservan documentación al respecto. Está formada por tres grupos de personajes con vestimenta diferente; uno de estos grupos lo integran sólo mujeres con atuendo negro, escapulario blanco y negro con el anagrama de María a la espalda, medias negras o color piel (aquí también, aunque la normativa no admite las negras), cíngulo en la cintura y velo sobre la cabeza.
        La Cofradía del Mayor Dolor de la ciudad de Pontevedra se creó en 1955, se extinguió en la década de los sesenta por falta de cofrades y se refundó en 1984, aunque ese año las integrantes no alcanzaron la cifra de diez. En 2015 se superaban las 100 hermanas con edades comprendidas entre los tres y los ochenta años (datos procedentes de La Voz de Galicia, 29/3/2015, entrevista de Elena Larriba).
         Algunas más se han confirmado, aunque su fundación corresponde a las últimas décadas del siglo XX, momento en que se produce cierto resurgimiento generalizado de este tipo de prácticas.
         Cotejando indumentaria y complementos de las nazarenas de Agudo con el atavío de otras asociaciones, hemos podido comprobar que las agudeñas se dotaron desde bien pronto con un equipo bastante singular que han completado con el tiempo. Ya se ha mencionado la flor de pasión en el pecho, presente desde el inicio junto con el rosario, que no sigue un modelo único; bien pronto adquirieron el característico farol, que en los años 80 sustituyeron por una falsa vela más moderna y con el nuevo milenio han vuelto a recuperar en la medida de lo posible; en los años sesenta cambiaron las medias negras (parece ser que se veían muy de luto con todo el equipo negro) por las de color piel y en los años ochenta incluyeron una medalla con la imagen de la Virgen a fin de evitar algún que otro collar demasiado llamativo. El conjunto se remata con unos guantes blancos, de los que se desconoce si formaron parte del atuendo inicial o se incorporaron después, pues ya nadie lo sabe.
La Virgen de los Dolores inicia el ciclo de desfiles procesionales en la semana de Pasión, el Viernes de Dolores.  Este día se recuerdan los sufrimientos que vivió la Madre de Dios durante la Semana Santa, sufrimientos (los siete dolores de María) que completan el emblema de La Dolorosa y también están recogidos en el repertorio de coplas de los auroros desde hace más de un siglo. También recorre las calles de Agudo en las noches del Jueves Santo y el Viernes Santo, aunque en la segunda noche viste un mandilete negro, representando a la Virgen de la Soledad, cuya imagen no se adquirió tras el conflicto bélico.
        Una diferencia significativa con las otras dos cofradías participantes en los actos cultuales de Semana Santa fue la ausencia de las nazarenas en los turnos de vela hasta los años ochenta del siglo pasado; no se ha hallado una explicación lógica para esta omisión, si se tiene en cuenta que La Sacramental, asociación mixta desde sus inicios, realizaba esta práctica desde hacía siglos.

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